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Suspenso en Conocimientos financieros

Los expertos alertan de que el nivel de cultura financiera de los españoles es muy bajo y piden más formación desde el colegio. Los economistas creen que con una mayor educación en finanzas se podrían haber evitado algunas malas prácticas como la venta de preferentes a particulares. Las asociaciones de consumidores defienden que una mayor preparación no eximea las entidades de su responsabilidad de informar.

Los expertos vienen alertando de que falta formación en todo lo relacionado con los productos financieros, como diferenciar un crédito de un préstamo, saber qué es el IBAN o conocer qué interés hay que utilizar para poder elegir la mejor alternativa de ahorro. "En España hay un grave problema de cultura financiera", afirma Eduardo Creagh, director del recientemente creado Instituto para la Protección Familiar, que cuenta con el citado test entre los materiales de su web
www.institutoparalaproteccionfamiliar.com. La entidad privada madrileña ha realizado una encuesta en toda España en la que concluye que "tres de cada cuatro cabezas de familia reconoce que su cultura financiera es baja".

Pese a esta carencia en formación, "solo el 17,9% de los encuestados aragoneses admite no estar capacitado para tomar las mejores decisiones para planificar su futuro económico y el de la familia", según el informe.

En el 95,5% de los casos, los aragoneses han adquirido sus pocos o muchos conocimientos en finanzas por su experiencia personal y casi la mitad, un 44,5%, de lo que han podido hablar con familiares y amigos, en línea con el resto de españoles. Solo un 27% ha recibido formación, según el informe.

El mayor interés por mejorar su formación está entre los aragoneses de entre 30 y 44 años, entre los que un 60% estaría dispuesto a formarse de forma gratuita. La disposición baja a medida que aumenta la edad de los encuestados. "Todos tenemos que tomar decisiones relacionadas con el dinero y el ahorro a lo largo de nuestra vida", destaca Creagh sobre lo necesario de saber estas cuestiones a todas las edades. "Tiene que ser una asignatura reglada que se introduzca como materia obligatoria en la ESO", plantea. "Los materiales ya están hechos", apunta, en referencia a programas nacionales como el plan de educación financiera que desarrolla el Banco de España y laComisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Estos pueden consultarse a través de www.finanzasparatodos.es. 

Dentro de este plan nacional se desarrollan los talleres de finanzas básicas que desarrolla la Obra Social de Ibercaja por segundo año. La formación se imparte a escolares desde los 10 años, pasando por estudiantes de secundaria, universitarios -que se incorporan este año- y adultos. "La ignorancia en el lenguaje financiero es una fuente de pobreza", les recordó Ana Farré, responsable del programa, a los universitarios que esta semana acudieron al primer taller para este colectivo y que sirve de "piloto" para el resto del país. Hasta ahora la formación que ofrecían los bancos para ellos y estudiantes de Primaria era a través de internet, pero no presencial. Farré también les recordó que el programa parte de la Obra Social de la entidad para "llevar cultura financiera a todos los segmentos". Las clases proporcionan 0,5 créditos a los estudiantes, entre los que prima que no pertenezcan a una titulación de económicas o empresariales. El año pasado dio formación a 10.100 personas y este año espera superar esta cifra.

"Menos te van a engañar"

La mayoría de los universitarios que se estrenaron esta semana en estos talleres lo hicieron conscientes de su desconocimiento en temas financieros, aunque creían que todavía no los necesitaban en su día a día al depender de los ingresos de sus padres. "Es una formación muy importante para el mundo en que vivimos cuando te emancipas", apuntaba Loarre Andreu, estudiante de Periodismo de 20 años. "Cuanto más sepas menos te van a engañar", añadía Beatriz Martínez, estudiante de Biotecnología de 21 años. Entre los asistentes participan futuros ingenieros, abogados o médicos. Sus profesores son economistas profesionales, 50 voluntarios que se han presentado entre los miembros del Colegio profesional aragonés. Los dos primeros voluntarios fueron Jesús Tejel y Milagros Blas, que percibieron entre los primeros asistentes las carencias en conocimientos básicos financieros, aunque también el interés por aprender.
"Tienen una despreocupación bastante importante de la economía familiar", apuntaba Tejel. En la primera clase sobre cómo elaborar un presupuesto familiar, los que vivían con sus padres no sabían ni los ingresos de la familia.

"Tradicionalmente no ha habido formación económica en el colegio ni en las carreras que no fueran de Economía", lamentó Tejel, que señaló la falta de educación como responsable de las carencias posteriores. También añadió que en las épocas de bonanza se relajó el binomio de "a más rentabilidad más riesgo" en la contratación de productos bancarios.

Milagros Blas consideró que muchos escándalos sufridos durante la crisis "se han vivido por la ignorancia financiera".

"Si uno sabe que puede tener un riesgo y que hay algo que no entiende, no se fía", añadió, como en el caso de la contratación departicipaciones preferentes por particulares. El objetivo con los jóvenes, además de explicarles conceptos básicos, es que sepan "dónde tienen que ir a buscar información", señaló, y cómo defenderse.

Desde la asociación de consumidores Adicae fueron más críticos y afirmaron que los productos tóxicos colocados durante la crisis "no son un problema de educación financiera, sino de que el sistema financiero ha estado descontrolado", dijo Paco Sanz, responsable de Estudios y Publicaciones de la asociación.

También fue más pesimista. En el último estudio sobre educación financiera de la organización, de 2012, la nota de los encuestados era suspenso con un 4,27. Los canales para resolver las dudas en materia financiera estaban encabezados por la banca, a cuyas oficinas acudía el 34%, que la asociación considera una "excesiva confianza", que durante la crisis habría disminuido, matizó Sanz. Le sigue la consulta a las personas del entorno con un 29,9%, un 18,8% recurre a las asociaciones de consumidores y un 17,35% a internet.

Este orden cambia en el caso de tener que reclamar, ya que acuden primero a una asociación de consumidores (60,7%) y después a los servicios de atención del banco.

Sanz defendió que la formación financiera debe impartirse de forma crítica y no solo facilitar definiciones de los distintos productos. "No solo hay que decir qué es un plan de pensiones, sino saber qué comisiones se aplican, cuáles no se tienen por qué cobrar, si se pueden reclamar...", añadió.

Además, defendió que aunque un cliente cuente con una mayor formación, "en ningún caso exime a las entidades de cumplir su deber de informar". Tampoco les eximiría de responsabilidad, como afirma que han intentado alegar en algunos juicios por productos tóxicos, en los que hubo malas prácticas bancarias. Fuente : Heraldo De Aragón

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